Cuentan las hadas de la inefable red de redes que
tener un blog es una gran responsabilidad. Pues el destino de todo
bloguero es, gracias a la magia de sus posts, alcanzar la fama
y la gloria.
Para lograr tan loable objetivo, es necesario atrapar
al lector para que a este le entren ganas de más y vuelva a pinchar
en tu página después de un tiempo no demasiado prolongado.
Dicen los sabios que para que tu blog sea un blog que
se precie y no acabe perdido en el mar electrónico de los sargazos
de las inutilidades olvidadas, una de las claves esenciales es la
regularidad en las publicaciones. Es decir, que cada cierto tiempo,
más o menos estable, se ponga algo en el blog que atraiga la
atención de seguidores, fanes, buscadores impenitentes y paseantes
ocasionales que por puro azar acabaron pasando por allí.
Vamos, que el autor se lo curre un poco. Que ponga
algo de chicha en el menú. Echar carnaza para que piquen el anzuelo
y esas cosas.
Pues si los gurús de la red lo dicen, habrá que
hacer un esfuerzo.
Así que después de mucho darle al cacumen, decidí
que sí, que no era mala idea eso de colocar algo más o menos
interesante en las páginas de este blog con una cierta regularidad,
regularidad que además fuese más o menos regular (regular en el
sentido de que ocurra a intervalos, no en el sentido de que no sea
demasiado bueno, se entiende).
Llegó entonces la gran pregunta. ¿Qué regularidad
sería esa?
¿Una vez al año? No, me dije, eso sería demasiada
vagancia, incluso para mí.
¿Una vez al mes? Vamos mejorando, pero aún así
parece demasiado poco sustancioso.
¿Una vez al día? Bueno, bueno... tampoco hay que
pasarse. Que el estrés es muy malo para la salud física, mental y
de lo otro.
Estaba claro, pues. La periodicidad de las entradas
en mi blog sería SEMANAL. Lo que viene a decir que una vez por
semana. Claro que aquí no nos atenemos a reglas fijas, así que una
semana en Relatos de Juan Nadie es un periodo que va desde 2
días a 11 días y tres cuartos, minuto más o menos.
Llegó entonces la segunda gran pregunta. Vale, ya
hemos decidido que un día a la semana. Por mor de la tan cacareada
regularidad, lo lógico es que fuese cada semana el mismo día
pero... ¿qué día?
Menos mal que la semana sólo tiene siete de ellos.
Si tuviese 3.333, creo que habría acabado por tirar la toalla.
En fin, que me lie de nuevo la manta a la cabeza y
tras arduas deliberaciones conmigo mismo, decidí que...
… pues sí, lo has adivinado. El día elejido es...
EL JUEVES
Claro que entonces me entró la comezón existencial.
Vale, es el jueves, pero... ¿por qué? Alguna justificación habrá
que dar, ¿no?
Así que me puse a darle al tarro otra vez y
siguiendo el proceso inverso a la lógica y a las buenas maneras
mentales, en vez de llegar a una conclusión a través de las causas,
me dediqué a buscar las causas una vez que ya había llegado a la
conclusión.
Darle la vuelta a la neurona como si de un calcetín
se tratase, poco más o menos.
Así que aquí van unas cuantas razones por las que
el jueves es el día señalado en Relatos de Juan Nadie:
- Porque en castellano y otras lenguas latinas, el
nombre de jueves proviene del latín Jovis díes, o día del
dios Júpiter. Y Júpiter era el que partía el bacalao en el
panteón romano, además de ser el planeta más gordo de nuestro
sistema solar. ¿A que mola?
- Porque en inglés, siguiendo con los idiomas,
jueves se dice thursday, que significa día del dios Thor (el
del martillo). Tampoco está mal, ¿verdad?
- Además, y siguiendo con la misma tontería, en
alemán se llama a este día Donnerstag, que viene a
significar día del trueno, en referencia a Donner, dios del trueno
germánico; algo así como un primo hermano de Thor.
- Porque la norma ISO 8601 designa al jueves como
día central de la semana (pues sí, aunque cueste creerlo hay una
norma ISO hasta para los jueves, ¡qué cosas!).
- Para los que sientan curiosidad, una norma ISO
es una de la miríada de regulaciones, normas, estándares, etc.,
etc., promovidas y desarrolladas por la Organización Internacional
de Normalización, que es una de esas cosas globales y poco fáciles
de aprehender.
- Para los que sientan curiosidad, una norma ISO
es una de la miríada de regulaciones, normas, estándares, etc.,
etc., promovidas y desarrolladas por la Organización Internacional
de Normalización, que es una de esas cosas globales y poco fáciles
de aprehender.
- Porque cuando yo era pequeño (aunque por aquel
entonces nadie en mi familia sabía de la dichosa norma ISO) y, como
todo tierno infante, me dedicaba a aumentar la entropía a mí
alrededor, mis mayores me decían aquello de: «niño, quítate de
ahí, que estás en medio, como el jueves».
- Porque los jueves de un año determinan la
numeración de las semanas, razón por la cual la primera semana del
año es la que contiene el primer jueves. ¡Jueves al poder, sí
señor!
- Porque si un mes empieza en jueves, tendrá un
martes y trece (que no se diga que no amamos el peligro, je, je,
je).
- Porque jueves empieza por «J», como Juan Nadie
(esta debería ser razón suficiente, pero es que empiezo a
buscarles tres pies al gato y... ).
- Porque jueves empieza por «J», como
jitanjáfora. ¿Que qué diantre es ese palabro? Pues según la RAE,
jitanjáfora se define como: «Texto carente de sentido cuyo valor
estético se basa en la sonoridad y en el poder evocador de las
palabras, reales o inventadas, que lo componen». ¡Toma ya! ¿Cómo
se te ha quedao el cuerpo? Además, es también el título de
una excelente y original novela de Sergio Parra.
- Porque jueves empieza por «J», como joder. Sí,
sí, ya sé. Todos sabemos qué significa esa palabra. Probablemente
sea de las más usadas en nuestro idioma. Pero si quieres saber más
sobre ello, puedes leer El teorema del Joder,
espectacular ensayo filosófico-sicalíptico que encontrarás en la
novela Ensueño Boreal,
de Rebeca Rader, y en su próxima
antología de relatos sicalípticos La ciudad
inmarcesible.
- Porque Juan Nadie surgió por primera vez al
mundo un jueves. O un martes, o un sábado. La verdad es que no me
acuerdo, pero fuese el día que fuese, casi seguro que fue en una
semana en la que había un jueves.
- Porque hoy es jueves.
- Porque con esta chorrada ya he cumplido con el
post de este jueves. ¡Toma optimización de recursos!
Así que ya sabes, cada jueves podrás disfrutar en
este magnífico y maravilloso blog de una nueva entrada que llevarte
a las pupilas. Procuraré que sea más o menos entretenida y no
demasiado larga.
Hasta los próximos jueves.
NOTA.- En Relatos de Juan Nadie se mantiene
una cierta flexibilidad espacio-temporal, así que los jueves en los
que se publique un nuevo post pueden caer en cualquier día de
la semana, por lo común de lunes a domingo. Pero procuraré que en
general caigan en jueves.
¿Cómo dices? ¿Qué pasa si estoy de vacaciones?
Pues que aunque sea jueves va a venir tu tía a actualizar el blog.
¡Faltaría más!
¿Cuándo me voy de vacaciones? Pues cuando va a ser,
algún jueves que otro, claro está.