jueves, 25 de octubre de 2018

Zombieconomía - Lección 2ª

¿No comprendes el porqué de la crisis económica, el paro o los desahucios?

¿No acabas de entender porqué tu salario cada vez vale menos mientras las cosas cada vez cuestan más y tienen peor calidad?

¿Alguna vez te has preguntado qué es el dinero, de dónde viene y a dónde va?

¿Estás hasta la entrepierna de sentirte ahogado entre hipotecas, impuestos y recibos?

¿Estás cansado de seguir siendo un perdedor por mucho que te esfuerces?

La respuesta a tus preguntas es muy sencilla: estás atrapado en una jaula llamada el sistema monetario.

Apenas puedes percibirla, así que mucho menos podrás romper sus barrotes y alcanzar la libertad.


Leer la novela Iberian Park, la respuesta zombi a la crisis tampoco te ayudará a escapar, pero te ayudará a comprender un poco mejor la cárcel en la que vives.

A continuación, podrás disfrutar del segundo de una serie de fragmentos de la novela, a modo de pequeñas lecciones, que te mostrarán parte de esa MATRI$$$ en la que estás atrapado.



Política y Economía zombi

Lección 2

—Pues lo que te decía —continuó Mónica, quizás con la lengua un tanto enredada—. Que no es sólo que los políticos sean unos chorizos, que lo son. Sino que la estructura y fisiología de un gobierno y una organización mafiosa son casi idénticas. Hay estudios serios que así lo describen.
—¡Ajá! —asintió Antonio, y apuró también su copa.
—Por ejemplo. Tenemos a F.G. Bailey, un antropólogo británico especializado en estudios de política local y social, que fundó la «teoría del juego político». Para ello se inspiró en los relatos de un tal Joseph Valachi, un mafioso supuestamente arrepentido que contaba en un programa de telebasura las reglas del juego que regían el crimen organizado en los Estados Unidos.
El camarero llegó y rellenó las copas de Valdepeñas. Mónica bebió un sorbito.
—Pues el tal Bailey este —continuó— se dio cuenta de que la diferencia entre el juego de la mafia y el juego de la política sólo era una cuestión de matiz. Se diferenciaban en el tanto por ciento de reglas pragmáticas y reglas normativas de cada juego.
Antonio asintió. Bebió más vino.
—Te preguntarás que son las reglas normativas y las pragmáticas, ¿no?
—No. Pero imagino que me lo vas a contar —replicó Antonio.
Ella rio, sus mofletes subieron de rojez y se echó a la boca el último boquerón en vinagre del plato.
—Las reglas normativas son las que se declaran públicamente, de manera ostentosa y rimbombante, como sólo los políticos saben hacer. Normalmente son cuestiones de ética, aunque en realidad no significan nada. Son pura fachada. Ya sabes, el PEPE o el PESODE proclamando leyes de transparencia, pactos anticorrupción, creación de entidades fantasmas como la autoridad fiscal independiente, y demás zarandajas que ni ellos mismo se creen. En realidad, sólo tratan de ponerle trabas a la competencia.
—Eso me suena.
—Claro. Luego están las reglas pragmáticas, que son las que de verdad cuentan a la hora de ganar el juego de la política. Son la parte maquiavélica del asunto, lo del fin justifica los medios, y lo de mejor pego yo la puñalada por la espalda antes de que me la den a mí. Esas reglas nunca las cuentan en público, como puedes imaginarte. Aquí no se busca quedar bien ante los votantes, sino cómo puedo ser más eficaz en darle la dentellada a la oposición.
—El juego real entre bambalinas, vamos —dijo Antonio.
—Exactamente —Mónica palmeó la mano de Antonio sobre la mesa llena de platos vacíos —. Para ser un funcionario de la SECOP no eres tonto del todo.
—Halago recibido y archivado.
Ella volvió a reír. Luego volvió a darle otro trago a la copa de vino.
—Pues según esta teoría, en la política deberían primar las reglas normativas sobre las pragmáticas. Mientras que en el crimen organizado sería al contrario, ¿no?
—Elemental, mi querido Watson.
—Pues el problema es que no. Siempre que alguien alcanza el poder, se produce irremediablemente una corrupción, tanto de los individuos como del partido. Se pasa cada vez más a las reglas pragmáticas y las normativas se dejan sólo para los mítines y las ruedas de prensa. Los valores se basan cada vez más en la cartera, no en la ética.
—Evidentemente, mi querido Watson.
—Con lo cual, tarde o temprano, cualquier formación política acaba transmutándose en una mafia —dijo Mónica con seriedad algo etílica—. En nuestro país, esa situación ha llegado a cotas casi sublimes.
—¿Sublimes? —replicó Antonio.
—Claro. Sublimes. Hace tiempo que en este país nos encontramos en manos de mafias, que no son la siciliana ni la rusa, sino la de los partidos políticos. La corrupción política impregna casi cada rincón de nuestra sociedad. La autoerigida élite extractiva de este país lleva tanto tiempo ejerciendo sus corruptelas sin que nada ni nadie les estorbe, que la corrupción ha pasado a ser el sistema en sí mismo. El cambio de gobierno nunca sirve de nada. Un partido hace y dice exactamente lo mismo que el anterior.
—Pues no te digo que no, la verdad.
—Claro que no. Así nos encontremos como nos encontramos. Por supuesto, con el beneplácito del poder judicial, que está sometido como un corderito lechal al poder político-económico. Como es de esperar, los verdaderos delincuentes de nuestro país gozan de casi total impunidad. Por mucho que trapicheen, nunca les pasa nada. Y lo más triste de todo, es que seguimos tragando como si ese fuese el modo natural de las cosas. El PEPE y el PESODE, los dos partidos más corruptos de España, siguen siendo los más votados. No debería ser así, hay otras maneras de hacer las cosas. En otros países también hay corrupción, pero la mierda siempre parece más espesa en el nuestro. Es muy triste, pero así nos va. Mientras no cambiemos eso, seguiremos siendo un país de tercera. Eso nos pasa por darle poderes de superhéroes a tipos que en realidad son unos desgraciados trapicheros, como la mayor parte del resto de españolitos.
Mónica asintió con gravedad y le dio otro trago al Valdepeñas.



[...]


https://relatosdejuannadie.blogspot.com.es/2014/07/iberian-park-la-respuesta-zombi-la.html
Fragmentos de la novela IBERIAN PARK, la respuesta zombi a la crisis, en concreto los correspondientes los capítulos Palco.6 y Palco.7.

Una novela única que te permitirá contemplar la realidad en que vives (el sistema monetario) desde una perspectiva diferente.

Y sí, es una novela de zombis. Así que encontrarás tripas y sesos desparramados a mansalva. Y muchas otras cosas más que no te imaginas.

Pincha en la portada de la novela si quieres saber más.


Si te atreves, aquí puedes disfrutar del booktrailer.

Puedes encontrar la novela tanto en formato papel como electrónico y también en Amazon

jueves, 18 de octubre de 2018

Zombieconomía - Lección 1ª


¿No comprendes el porqué de la crisis económica, el paro o los desahucios?

¿No acabas de entender porqué tu salario cada vez vale menos mientras las cosas cada vez cuestan más y tienen peor calidad?

¿Alguna vez te has preguntado qué es el dinero, de dónde viene y a dónde va?

¿Estás hasta la entrepierna de sentirte ahogado entre hipotecas, impuestos y recibos?

¿Estás cansado de seguir siendo un perdedor por mucho que te esfuerces?


La respuesta a tus preguntas es muy sencilla: estás atrapado en una jaula llamada el sistema monetario.


Apenas puedes percibirla, así que mucho menos podrás romper sus barrotes y alcanzar la libertad.



Leer la novela Iberian Park, la respuesta zombi a la crisis tampoco te ayudará a escapar, pero te ayudará a comprender un poco mejor la cárcel en la que vives.

A continuación, podrás disfrutar del primero de una serie de fragmentos de la novela, a modo de pequeñas lecciones, que te mostrarán parte de esa MATRI$$$ en la que estás atrapado.



Política y Economía zombi

Lección 1

—La política no es una opción viable. El Gobierno y la mafia son organizaciones casi gemelas —dijo Mónica.
—Hombre, con los políticos que tenemos en este país, creo que poca gente te discutiría eso —replicó Antonio, y le dio un sorbo a su copa de vino tinto.
Estaban en la Taberna de Juana, un restaurante y bar de tapas que, a pesar de ser parte de una cadena de restaurantes del mismo nombre, cuidaba la decoración y el aspecto tradicional de la comida madrileña que servían. Era uno de los locales más populares y de mayor solera de Coslada, y el bullicio de gente y conversaciones en voz alta fue un cambio que tanto Mónica como Antonio agradecieron.
Aquel día, Antonio acabó temprano la sesión de pruebas y cuestionarios para su admisión en la SECOP. Pero en vez de tomar la lanzadera a Puertollano, decidió quedarse en Madrid con Mónica. No le apetecía pasar otra velada lóbrega en la casa paterna, con un padre taciturno y una madre que se echaba a llorar cada vez que recordaba a su hija y a su nieta desaparecidas, y que no dejaba de reprocharle a Antonio el que quisiera trabajar para ese horrible Ministerio Zombi.
Tampoco le apetecía quedarse en el piso de Mónica, por muy opíparas que fuesen sus cenas y muy interesante que fuese la conversación con la informática. Quería tomar un poco el aire, así que le propuso salir a cenar fuera.
Ella se mostró encantada. Tanto, que se metió en el baño y tardó casi tres cuartos de hora en salir. Cuando lo hizo, Antonio no pudo reprimir un gesto de sorpresa. ¿Mónica con lápiz de ojos? Incluso se había puesto algo de carmín en los labios. Cuando se acercó a él, pudo percibir el agradable aroma de un perfume caro, aunque no tuvo ni la más remota idea de cuál. También se había cambiado de ropa. Adiós a los chándales gastados y las amplias camisetas. Llevaba puestos unos vaqueros ajustados, un top color burdeos oscuro y una cazadora de piel. Parecía una morcillita a punto de explotar. Pero la sonrisa de Antonio fue cálida y sincera.
—Estás muy… elegante —dijo Antonio cuando la vio aparecer en el salón.
—Gracias —contestó ella, y se recolocó el bolso sobre el hombro.
Mónica se puso tan colorada, que Antonio pensó que la morcillita se iba a cocer en su propia grasa. No pudo evitar el impulso. Se acercó a ella y le dio un diminuto beso en la mejilla. A Mónica se le cayeron dos veces las llaves al suelo antes de conseguir cerrar la puerta del piso.
—¿De qué marca es esa cazadora? —preguntó Antonio, más que nada por dar algo de conversación.
—¡Oh! Una barata que compré en una tiendita del barrio.
—¡Ah!
—¿Te sorprende?
—No. Bueno… quizás un poco.
—Vamos, Antonio. Hoy en día, entre la deslocalización y la obsolescencia programada, todo lo que compras es de una calidad ínfima. La misma porquería de vaqueros la compras en una tienda de Gucci que en el chino de la esquina. Todos los confeccionaron en el mismo taller esclavo de Bangladés. Eso sí, con una diferencia de doscientos euros en el precio de venta al público. Las marcas han perdido todo su significado, si es que alguna vez tuvieron alguno. Cuando pagas un producto caro, no pagas por una mejor calidad, en realidad estás costeando las mansiones y los yates privados de los gerifaltes de la compañía. No merece la pena. Prefiero la tiendita del barrio.
—Si tú lo dices —replicó Antonio un tanto anonadado.
—Pues claro —rio Mónica. 
En la Taberna de Juana pidieron unos callos a la madrileña, patatas al alioli, boquerones en vinagre y unos huevos rotos. Para beber, un par de copas de un Valdepeñas bastante decente. A mitad de la primera copa, el nerviosismo de Mónica se desvaneció en el éter, lo que puso de manifiesto lo poco acostumbrada que estaba al consumo de bebidas para adultos. Su habitual verborrea antisistema se volvió más vehemente que nunca.
—Claro que son unos mafiosos —dijo Antonio—. Hacen lo que les sale de los mismos. Cada vez que un político accede a la poltrona, enchufa a amigotes y familiares en puestos de asesores y mierdas así, que no sirven para nada, pero que nos cuestan a todos tal cantidad de dinero que luego no hay para educación o sanidad.
—No sólo eso. El nepotismo y el amiguismo son parte consustancial de nuestra casta política, pero…
—¿Consustancial?
—De la misma sustancia. Que la mierda es mierda, vamos.
—¡Ya!
Mónica apuró lo poco que le quedaba de la copa de Valdepeñas. Era ya la segunda. Los mofletes parecían dos semáforos parando el tráfico y los ojos color avellana brillaban más que nunca.
—¿Quieres otra? —preguntó Mónica levantando la copa vacía.
—Vale.
Llamó al camarero, agitando su marfileña mano de pianista. Antonio se quedó durante un par de latidos mirando la belleza de esas manos que parecían tener un tacto tan suave. Un hormigueo culebreó bajo la bragueta.


[...]


https://relatosdejuannadie.blogspot.com.es/2014/07/iberian-park-la-respuesta-zombi-la.html
Fragmentos de la novela IBERIAN PARK, la respuesta zombi a la crisis, en concreto los correspondientes los capítulos Palco.6 y Palco.7.

Una novela única que te permitirá contemplar la realidad en que vives (el sistema monetario) desde una perspectiva diferente.

Y sí, es una novela de zombis. Así que encontrarás tripas y sesos desparramados a mansalva. Y muchas otras cosas más que no te imaginas.

Pincha en la portada de la novela si quieres saber más.


Si te atreves, aquí puedes disfrutar del booktrailer.

Puedes encontrar la novela tanto en formato papel como electrónico y también en Amazon