jueves, 18 de octubre de 2018

Zombieconomía - Lección 1ª


¿No comprendes el porqué de la crisis económica, el paro o los desahucios?

¿No acabas de entender porqué tu salario cada vez vale menos mientras las cosas cada vez cuestan más y tienen peor calidad?

¿Alguna vez te has preguntado qué es el dinero, de dónde viene y a dónde va?

¿Estás hasta la entrepierna de sentirte ahogado entre hipotecas, impuestos y recibos?

¿Estás cansado de seguir siendo un perdedor por mucho que te esfuerces?


La respuesta a tus preguntas es muy sencilla: estás atrapado en una jaula llamada el sistema monetario.


Apenas puedes percibirla, así que mucho menos podrás romper sus barrotes y alcanzar la libertad.



Leer la novela Iberian Park, la respuesta zombi a la crisis tampoco te ayudará a escapar, pero te ayudará a comprender un poco mejor la cárcel en la que vives.

A continuación, podrás disfrutar del primero de una serie de fragmentos de la novela, a modo de pequeñas lecciones, que te mostrarán parte de esa MATRI$$$ en la que estás atrapado.



Política y Economía zombi

Lección 1

—La política no es una opción viable. El Gobierno y la mafia son organizaciones casi gemelas —dijo Mónica.
—Hombre, con los políticos que tenemos en este país, creo que poca gente te discutiría eso —replicó Antonio, y le dio un sorbo a su copa de vino tinto.
Estaban en la Taberna de Juana, un restaurante y bar de tapas que, a pesar de ser parte de una cadena de restaurantes del mismo nombre, cuidaba la decoración y el aspecto tradicional de la comida madrileña que servían. Era uno de los locales más populares y de mayor solera de Coslada, y el bullicio de gente y conversaciones en voz alta fue un cambio que tanto Mónica como Antonio agradecieron.
Aquel día, Antonio acabó temprano la sesión de pruebas y cuestionarios para su admisión en la SECOP. Pero en vez de tomar la lanzadera a Puertollano, decidió quedarse en Madrid con Mónica. No le apetecía pasar otra velada lóbrega en la casa paterna, con un padre taciturno y una madre que se echaba a llorar cada vez que recordaba a su hija y a su nieta desaparecidas, y que no dejaba de reprocharle a Antonio el que quisiera trabajar para ese horrible Ministerio Zombi.
Tampoco le apetecía quedarse en el piso de Mónica, por muy opíparas que fuesen sus cenas y muy interesante que fuese la conversación con la informática. Quería tomar un poco el aire, así que le propuso salir a cenar fuera.
Ella se mostró encantada. Tanto, que se metió en el baño y tardó casi tres cuartos de hora en salir. Cuando lo hizo, Antonio no pudo reprimir un gesto de sorpresa. ¿Mónica con lápiz de ojos? Incluso se había puesto algo de carmín en los labios. Cuando se acercó a él, pudo percibir el agradable aroma de un perfume caro, aunque no tuvo ni la más remota idea de cuál. También se había cambiado de ropa. Adiós a los chándales gastados y las amplias camisetas. Llevaba puestos unos vaqueros ajustados, un top color burdeos oscuro y una cazadora de piel. Parecía una morcillita a punto de explotar. Pero la sonrisa de Antonio fue cálida y sincera.
—Estás muy… elegante —dijo Antonio cuando la vio aparecer en el salón.
—Gracias —contestó ella, y se recolocó el bolso sobre el hombro.
Mónica se puso tan colorada, que Antonio pensó que la morcillita se iba a cocer en su propia grasa. No pudo evitar el impulso. Se acercó a ella y le dio un diminuto beso en la mejilla. A Mónica se le cayeron dos veces las llaves al suelo antes de conseguir cerrar la puerta del piso.
—¿De qué marca es esa cazadora? —preguntó Antonio, más que nada por dar algo de conversación.
—¡Oh! Una barata que compré en una tiendita del barrio.
—¡Ah!
—¿Te sorprende?
—No. Bueno… quizás un poco.
—Vamos, Antonio. Hoy en día, entre la deslocalización y la obsolescencia programada, todo lo que compras es de una calidad ínfima. La misma porquería de vaqueros la compras en una tienda de Gucci que en el chino de la esquina. Todos los confeccionaron en el mismo taller esclavo de Bangladés. Eso sí, con una diferencia de doscientos euros en el precio de venta al público. Las marcas han perdido todo su significado, si es que alguna vez tuvieron alguno. Cuando pagas un producto caro, no pagas por una mejor calidad, en realidad estás costeando las mansiones y los yates privados de los gerifaltes de la compañía. No merece la pena. Prefiero la tiendita del barrio.
—Si tú lo dices —replicó Antonio un tanto anonadado.
—Pues claro —rio Mónica. 
En la Taberna de Juana pidieron unos callos a la madrileña, patatas al alioli, boquerones en vinagre y unos huevos rotos. Para beber, un par de copas de un Valdepeñas bastante decente. A mitad de la primera copa, el nerviosismo de Mónica se desvaneció en el éter, lo que puso de manifiesto lo poco acostumbrada que estaba al consumo de bebidas para adultos. Su habitual verborrea antisistema se volvió más vehemente que nunca.
—Claro que son unos mafiosos —dijo Antonio—. Hacen lo que les sale de los mismos. Cada vez que un político accede a la poltrona, enchufa a amigotes y familiares en puestos de asesores y mierdas así, que no sirven para nada, pero que nos cuestan a todos tal cantidad de dinero que luego no hay para educación o sanidad.
—No sólo eso. El nepotismo y el amiguismo son parte consustancial de nuestra casta política, pero…
—¿Consustancial?
—De la misma sustancia. Que la mierda es mierda, vamos.
—¡Ya!
Mónica apuró lo poco que le quedaba de la copa de Valdepeñas. Era ya la segunda. Los mofletes parecían dos semáforos parando el tráfico y los ojos color avellana brillaban más que nunca.
—¿Quieres otra? —preguntó Mónica levantando la copa vacía.
—Vale.
Llamó al camarero, agitando su marfileña mano de pianista. Antonio se quedó durante un par de latidos mirando la belleza de esas manos que parecían tener un tacto tan suave. Un hormigueo culebreó bajo la bragueta.


[...]


https://relatosdejuannadie.blogspot.com.es/2014/07/iberian-park-la-respuesta-zombi-la.html
Fragmentos de la novela IBERIAN PARK, la respuesta zombi a la crisis, en concreto los correspondientes los capítulos Palco.6 y Palco.7.

Una novela única que te permitirá contemplar la realidad en que vives (el sistema monetario) desde una perspectiva diferente.

Y sí, es una novela de zombis. Así que encontrarás tripas y sesos desparramados a mansalva. Y muchas otras cosas más que no te imaginas.

Pincha en la portada de la novela si quieres saber más.


Si te atreves, aquí puedes disfrutar del booktrailer.

Puedes encontrar la novela tanto en formato papel como electrónico y también en Amazon

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