jueves, 6 de diciembre de 2018

Zombieconomía - Lección 7ª

¿No comprendes el porqué de la crisis económica, el paro o los desahucios?

¿No acabas de entender porqué tu salario cada vez vale menos mientras las cosas cada vez cuestan más y tienen peor calidad?

¿Alguna vez te has preguntado qué es el dinero, de dónde viene y a dónde va?

¿Estás hasta la entrepierna de sentirte ahogado entre hipotecas, impuestos y recibos?

¿Estás cansado de seguir siendo un perdedor por mucho que te esfuerces?

La respuesta a tus preguntas es muy sencilla: estás atrapado en una jaula llamada el sistema monetario.

Apenas puedes percibirla, así que mucho menos podrás romper sus barrotes y alcanzar la libertad.


Leer la novela Iberian Park, la respuesta zombi a la crisis tampoco te ayudará a escapar, pero te ayudará a comprender un poco mejor la cárcel en la que vives.

A continuación, podrás disfrutar del séptimo de una serie de fragmentos de la novela, a modo de pequeñas lecciones, que te mostrarán parte de esa MATRI$$$ en la que estás atrapado.



Política y Economía zombi

Lección 7

—Entonces, según tú, los warlords de las finanzas y los políticos son unas criaturas perversas y abominables, que se pasan el día maquinando para ser los amos del mundo, incluso a costa de las vidas y propiedades de la gente —dijo Antonio.

—El resultado final es ese, sí. Pero no me malinterpretes —replicó Mónica—. No creo que sean tan inteligentes como para eso. Yo diría que son más bien voraces y avariciosos. Pero tan estúpidos que probablemente no saben distinguir el bien del mal. Como dice el principio de Hanlon: «nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez». O citando a Eduardo Galeano: «no son monstruos extraordinarios, no vamos a regalarles esa grandeza».

—Serán estúpidos, pero los jodidos somos nosotros.

—Como siempre. Desde los tiempos de los faraones. Es uno de los efectos secundarios más conocidos de las religiones.

—¡Coño! ¿Ahora estamos hablando de religión?

—Claro —replicó Mónica—. La economía de mercado no es más que la última religión revelada. No tiene leyes fundamentales, ni principios básicos, como los tiene la física o cualquier ciencia que se merezca tal nombre. Sólo tiene dogmas de fe. La embadurnan con mucha matemática y mucha estadística para darle la pátina de ciencia. Pero el cerebro humano está muy mal adaptado a las matemáticas, y la estadística es la parte de las matemáticas que consiste en convertir la exactitud de los números en conclusiones vagas y maleables. La economía no es una ciencia, es una religión. Ni siquiera los expertos en ella se ponen de acuerdo sobre lo que pasa, cómo pasa y por qué pasa. Ni los premios Nobel en economía logran coincidir. Hay quien dice que la economía ni siquiera existe.

—¿El dinero tampoco existe?

—Pues más o menos. Es una de las grandes contradicciones del sistema. El dinero de los ricos es imaginario. Todos esos billones de billones que ningún cerebro humano es capaz de concebir son sólo números en computadoras. Pero la miseria de la gente es real; contante y sonante.

Durante unos latidos, el silencio flotó como un moscardón sin zumbido por encima de la mesa.

—¿Qué podríamos hacer frente a todos esos warlords y políticos mangantes? —dijo al final Antonio, tras apurar el gin-tonic.

—Eso depende.

—¿Depende de qué?

—Bueno. Verás. En general, hay dos tipos de estrategias. La estrategia del angelito y la del diablillo.

Antonio volvió a enarcar las cejas. Desde luego, pensó, las conversaciones con Mónica podían ser de todo menos aburridas. Hizo un gesto de fingida condescendencia, como dándole a ella pie para que explicase su nueva teoría. Por supuesto, ella lo iba a explicar de todas formas.

—La estrategia del angelito consiste en ayudarnos unos a otros a defendernos del sistema —dijo Mónica con una sonrisa que podría calificarse de pícara—. Un ejemplo serían los bancos de tiempo.

—¿Eso es…?

—Un sistema de intercambio de servicios por tiempo. Por ejemplo, tú le arreglas a tu vecina la lavadora y ella a cambio te cuida a los niños. La unidad de intercambio es el tiempo. Las horas que dedicas a ello. A su vez, tú cobras en horas del servicio que necesites. Sería como una transacción, pero sin dinero. Como los antiguos sistemas de crédito. Hay un sistema central, el banco, donde acumulas tú tiempo con los servicios que vas prestando. Cuando necesitas de algo, vas al banco y preguntas si hay alguien que te lo pueda proporcionar. Se intercambia favor, por favor. Además, se fomentan las relaciones sociales y la igualdad. Es una alternativa a la actual economía de mercado.

—Pero eso sólo serviría para cuestiones a pequeña escala, ¿no? ¿Cómo construyes así un hospital, o una autopista?

—En eso tienes razón. De momento sólo funciona a nivel local y más o menos doméstico, como una economía complementaria. Pero si consigues un pintor, un fontanero y un electricista a través de un banco de tiempo, te puedes arreglar el piso sin que te cueste un céntimo.

—No estaría mal —sonrió Antonio.

—Luego hay otras cosas que también se están desarrollando en ese sentido. Es lo que se llama el consumo colaborativo —explicó Mónica—. Utilización del trueque y el intercambio sin utilizar ninguna moneda de curso legal. Son sistemas de cambio local. En la red hay bastantes movimientos en esa dirección, como las plataformas peer-to-peer, el Ripple, el software libre, y así. Como lo de Megaupload, pero sin un gordo que se haga millonario. Para ese tipo de cosas las redes sociales son muy útiles.

—Para la información, compartir pelis y demás, no te digo que no. ¿Pero… cómo lo haces para llenar la nevera? ¿Te bajas los tomates con el eMule?

Mónica rio. Su cara estaba más colorada que nunca.

—Estaría bien, ¿verdad? Pero de momento no se puede, eso es cierto. Pero al menos sirve para poner en contacto a gente que tiene ganas de buscar alternativas al sistema actual.

—Ajá —replicó Antonio—. ¿Quieres otra copa?

—No, no. Ya he bebido bastante. Si sigo así acabaré trompa.

Vaya, la informática sabe controlar, se dijo Antonio. Él, sin embargo, se pidió otro gin-tonic.

[...]


https://relatosdejuannadie.blogspot.com.es/2014/07/iberian-park-la-respuesta-zombi-la.html
Fragmentos de la novela IBERIAN PARK, la respuesta zombi a la crisis, en concreto los correspondientes los capítulos Palco.6 y Palco.7.

Una novela única que te permitirá contemplar la realidad en que vives (el sistema monetario) desde una perspectiva diferente.

Y sí, es una novela de zombis. Así que encontrarás tripas y sesos desparramados a mansalva. Y muchas otras cosas más que no te imaginas.

Pincha en la portada de la novela si quieres saber más.


Si te atreves, aquí puedes disfrutar del booktrailer.

Puedes encontrar la novela tanto en formato papel como electrónico y también en Amazon

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