¿No comprendes el porqué de
la crisis económica, el paro o los desahucios?
¿No acabas de entender porqué tu salario cada vez vale menos
mientras las cosas cada vez cuestan más y tienen peor calidad?
¿Alguna vez te has preguntado qué es el dinero,
de dónde viene y a dónde va?
¿Estás hasta la entrepierna de sentirte ahogado entre
hipotecas, impuestos y recibos?
¿Estás cansado de seguir siendo un perdedor por mucho que te
esfuerces?
Apenas puedes percibirla, así que mucho menos podrás romper
sus barrotes y alcanzar la libertad.
Leer la novela Iberian Park, la respuesta zombi a la crisis tampoco te ayudará a
escapar, pero te ayudará a comprender un poco mejor la cárcel en la que vives.
A continuación, podrás disfrutar del séptimo de una serie de
fragmentos de la novela, a modo de pequeñas lecciones, que te mostrarán parte
de esa MATRI$$$ en la que estás
atrapado.
Política y Economía zombi
Lección 7
—Entonces,
según tú, los warlords de las finanzas y los políticos son unas criaturas
perversas y abominables, que se pasan el día maquinando para ser los amos del
mundo, incluso a costa de las vidas y propiedades de la gente —dijo Antonio.
—El
resultado final es ese, sí. Pero no me malinterpretes —replicó Mónica—. No creo
que sean tan inteligentes como para eso. Yo diría que son más bien voraces y
avariciosos. Pero tan estúpidos que probablemente no saben distinguir el bien
del mal. Como dice el principio de Hanlon: «nunca le atribuyas a la maldad lo
que puede ser explicado por la estupidez». O citando a Eduardo Galeano: «no son
monstruos extraordinarios, no vamos a regalarles esa grandeza».
—Serán
estúpidos, pero los jodidos somos nosotros.
—Como
siempre. Desde los tiempos de los faraones. Es uno de los efectos secundarios
más conocidos de las religiones.
—¡Coño!
¿Ahora estamos hablando de religión?
—Claro
—replicó Mónica—. La economía de mercado no es más que la última religión
revelada. No tiene leyes fundamentales, ni principios básicos, como los tiene
la física o cualquier ciencia que se merezca tal nombre. Sólo tiene dogmas de
fe. La embadurnan con mucha matemática y mucha estadística para darle la pátina
de ciencia. Pero el cerebro humano está muy mal adaptado a las matemáticas, y
la estadística es la parte de las matemáticas que consiste en convertir la
exactitud de los números en conclusiones vagas y maleables. La economía no es
una ciencia, es una religión. Ni siquiera los expertos en ella se ponen de
acuerdo sobre lo que pasa, cómo pasa y por qué pasa. Ni los premios Nobel en
economía logran coincidir. Hay quien dice que la economía ni siquiera existe.
—¿El
dinero tampoco existe?
—Pues
más o menos. Es una de las grandes contradicciones del sistema. El dinero de
los ricos es imaginario. Todos esos billones de billones que ningún cerebro
humano es capaz de concebir son sólo números en computadoras. Pero la miseria
de la gente es real; contante y sonante.
Durante
unos latidos, el silencio flotó como un moscardón sin zumbido por encima de la
mesa.
—¿Qué
podríamos hacer frente a todos esos warlords y políticos mangantes? —dijo al
final Antonio, tras apurar el gin-tonic.
—Eso
depende.
—¿Depende
de qué?
—Bueno.
Verás. En general, hay dos tipos de estrategias. La estrategia del angelito y
la del diablillo.
Antonio
volvió a enarcar las cejas. Desde luego, pensó, las conversaciones con Mónica
podían ser de todo menos aburridas. Hizo un gesto de fingida condescendencia,
como dándole a ella pie para que explicase su nueva teoría. Por supuesto, ella
lo iba a explicar de todas formas.
—La
estrategia del angelito consiste en ayudarnos unos a otros a defendernos del
sistema —dijo Mónica con una sonrisa que podría calificarse de pícara—. Un
ejemplo serían los bancos de tiempo.
—¿Eso
es…?
—Un
sistema de intercambio de servicios por tiempo. Por ejemplo, tú le arreglas a
tu vecina la lavadora y ella a cambio te cuida a los niños. La unidad de
intercambio es el tiempo. Las horas que dedicas a ello. A su vez, tú cobras en
horas del servicio que necesites. Sería como una transacción, pero sin dinero.
Como los antiguos sistemas de crédito. Hay un sistema central, el banco, donde
acumulas tú tiempo con los servicios que vas prestando. Cuando necesitas de
algo, vas al banco y preguntas si hay alguien que te lo pueda proporcionar. Se
intercambia favor, por favor. Además, se fomentan las relaciones sociales y la
igualdad. Es una alternativa a la actual economía de mercado.
—Pero
eso sólo serviría para cuestiones a pequeña escala, ¿no? ¿Cómo construyes así un
hospital, o una autopista?
—En
eso tienes razón. De momento sólo funciona a nivel local y más o menos
doméstico, como una economía complementaria. Pero si consigues un pintor, un
fontanero y un electricista a través de un banco de tiempo, te puedes arreglar
el piso sin que te cueste un céntimo.
—No
estaría mal —sonrió Antonio.
—Luego
hay otras cosas que también se están desarrollando en ese sentido. Es lo que se
llama el consumo colaborativo —explicó Mónica—. Utilización del trueque y el
intercambio sin utilizar ninguna moneda de curso legal. Son sistemas de cambio
local. En la red hay bastantes movimientos en esa dirección, como las
plataformas peer-to-peer, el Ripple,
el software libre, y así. Como lo de Megaupload, pero sin un gordo que se haga
millonario. Para ese tipo de cosas las redes sociales son muy útiles.
—Para
la información, compartir pelis y demás, no te digo que no. ¿Pero… cómo lo
haces para llenar la nevera? ¿Te bajas los tomates con el eMule?
Mónica
rio. Su cara estaba más colorada que nunca.
—Estaría
bien, ¿verdad? Pero de momento no se puede, eso es cierto. Pero al menos sirve
para poner en contacto a gente que tiene ganas de buscar alternativas al
sistema actual.
—Ajá
—replicó Antonio—. ¿Quieres otra copa?
—No,
no. Ya he bebido bastante. Si sigo así acabaré trompa.
Vaya,
la informática sabe controlar, se dijo Antonio. Él, sin embargo, se pidió otro
gin-tonic.
[...]
Fragmentos de la novela IBERIAN PARK, la respuesta zombi a la crisis, en concreto los correspondientes los
capítulos Palco.6 y Palco.7.
Una novela única que te permitirá
contemplar la realidad en que vives (el sistema monetario) desde una
perspectiva diferente.
Y sí, es una novela de zombis. Así que
encontrarás tripas y sesos desparramados a mansalva. Y muchas otras cosas más
que no te imaginas.
Pincha
en la portada de la novela si quieres saber más.
Si
te atreves, aquí puedes disfrutar del booktrailer.
Puedes encontrar la
novela tanto en formato papel
como electrónico
y también en Amazon.
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