jueves, 15 de noviembre de 2018

Zombieconomía - Lección 4ª

¿No comprendes el porqué de la crisis económica, el paro o los desahucios?

¿No acabas de entender porqué tu salario cada vez vale menos mientras las cosas cada vez cuestan más y tienen peor calidad?

¿Alguna vez te has preguntado qué es el dinero, de dónde viene y a dónde va?

¿Estás hasta la entrepierna de sentirte ahogado entre hipotecas, impuestos y recibos?

¿Estás cansado de seguir siendo un perdedor por mucho que te esfuerces?

La respuesta a tus preguntas es muy sencilla: estás atrapado en una jaula llamada el sistema monetario.

Apenas puedes percibirla, así que mucho menos podrás romper sus barrotes y alcanzar la libertad.


Leer la novela Iberian Park, la respuesta zombi a la crisis tampoco te ayudará a escapar, pero te ayudará a comprender un poco mejor la cárcel en la que vives.

A continuación, podrás disfrutar del cuarto de una serie de fragmentos de la novela, a modo de pequeñas lecciones, que te mostrarán parte de esa MATRI$$$ en la que estás atrapado.



Política y Economía zombi

Lección 4

—Pero la gente va abriendo los ojos y se da cuenta de lo que ocurre —afirmó Mónica—. Ya casi nadie ve a los gobernantes como los legítimos representantes de la ciudadanía. Todo el mundo acepta que los políticos son una banda de corruptos que se muerden unos a otros por llegar al poder para enriquecerse ilegalmente. Las instituciones públicas no se perciben como entidades al servicio del ciudadano para cumplir y hacer cumplir las leyes, sino como guaridas para preservar los privilegios de los que mandan. Eso es a todas luces insostenible. Tarde o temprano, la situación estallará. La pandemia zombi ha puesto nuestro país al borde del desastre. La tensión social es insoportable.

—No tienes una opinión muy buena de nuestro país, ¿verdad? —dijo Antonio.

—¡Oh, no! No me malinterpretes. España es un país cojonudo, en muchos aspectos. En las encuestas en el extranjero, España puntúa siempre relativamente bien en cuestiones de ocio, culturales y demás. A muchos extranjeros les gusta cómo vivimos y les gusta vivir aquí. Pero de nuestras instituciones políticas y económicas no se fían un pelo.

—Somos el país de la juerga.

—Tampoco es eso, Antonio. Aquí viene mucha gente de fuera, no sólo rumanos en la miseria ni británicos borrachos de esos que se tiran a la piscina desde un balcón. En España hay muchas cosas. Y mucha gente de fuera sabe apreciarlo. Aunque aquí tenemos un problema de asociacionismo.

—¿Asociacionismo?

—Sí. Tenemos un nivel de asociacionismo mucho más bajo que en otros países. Nos cuesta confiar en nuestro vecino de al lado. Y si uno no confía en sus vecinos, ¿cómo va a confiar en las instituciones? Tenemos que centrarnos más en la confianza mutua, y menos en la envidia o en la ira, que son dos de nuestros grandes defectos.

—Veo que no sólo sabes de informática —dijo Antonio.

—Me gusta leer sobre cosas distintas —respondió ella con un encogimiento de hombro.

—¡Aja!

Los dos volvieron a beber de sus sendas copas. El Valdepeñas bajaba bien.

—Por cierto, ahora que me acuerdo. Mi madre me dijo el otro día que tú te marchaste a Madrid a estudiar derecho. Pero trabajas de informática.

Una nube sombría cruzó el rechoncho rostro de Mónica.

—Empecé derecho, pero lo dejé en el segundo año —dijo—. No fui capaz de soportarlo.

—¿Soportar el qué?

—El sistema. Es perverso, a todos sus niveles.

—¡Aja! Y ahora me lo explicarás, ¿no? —dijo Antonio poniendo los ojos en blanco.

Ella volvió a sonreír.

—Claro, tonto. Verás. Te pondré un ejemplo, para que lo entiendas mejor.

—Claro, claro. ¿De qué ejemplo se trata?

—El de los autónomos y las sociedades anónimas.

Antonio enarcó las cejas.

—Verás —explicó Mónica—. Tú empiezas un negocio como autónomo. Si las cosas van mal, respondes de las deudas contraídas frente a terceros con todos tus bienes, presente y futuros, ya que la ley no contempla distinción entre el patrimonio mercantil y el civil. ¿Me sigues?

—Sí.

—Vale. Es decir que, si tú eres un pobre diablo que se está partiendo la espalda para salir adelante, y el negocio fracasa, normalmente por factores que están más allá de tu control, como por ejemplo, que tienes que pagarle el IVA a Hacienda aunque aún no hayas cobrado las facturas, lo pierdes todo. Pierdes tu casa, tu dinero, tu negocio, todo. Y si estás casado y no tienes separación de bienes, tu mujer lo pierde todo. Y si un primo tuyo o tus padres te firmaron como avalistas, también lo pierden todo. Todo lo que tengas y todo lo que puedas tener en un futuro. Como tienes deudas, por ley, el banco siempre se llevará cualquier beneficio que obtengas. Nunca volverás a levantar cabeza, nunca podrás prosperar. Te conviertes, de facto, en un esclavo de tus acreedores, que, en la mayoría de los casos, es el banco.

—Me suena la historia.

—Sí. Hay muchos que han acabado así. Es uno de los modernos tipos de esclavitud más extendido.

—Hombre, esclavitud me parece un poco excesivo.

—Esclavitud, Antonio —dijo Mónica sacudiendo la cabeza—. Desengáñate. A pesar de todos nuestros avances científicos, de todas las revoluciones que ha habido, de la Ilustración y el Renacimiento, seguimos viviendo en una sociedad esclavista. Como en los tiempos de los faraones o de los emperadores romanos. Sólo que la esclavitud se camufla bajo formas diversas. La humanidad sigue dividiéndose en propietarios y propiedades.

Antonio no dijo nada, pero la expresión de su rostro reflejó de todo menos alegría.

Mónica se llevó una croqueta a la boca, la masticó deprisa y bebió un corto trago de vino.

—Por otra parte, están las sociedades anónimas —continuó—. En una sociedad anónima, el socio o los socios no responden personalmente de las deudas contraídas por la empresa. Es decir que, si la empresa se va a la mierda, los empleados van a la calle y al paro. Ellos son los que pierden. Pero a los directivos no se les toca un pelo. Ninguna va a perder sus mansiones, sus yates, sus cochazos ni sus cuentas en Suiza. ¿Y cuál es el epítome de sociedad anónima? Pues los bancos, claro. Entonces la pregunta es… ¿por qué el autónomo no se inscribe como sociedad anónima?

—Buena pregunta.

—Pues no lo hace por la burocracia. Es tan infernal, que un autónomo no tendría tiempo para trabajar y llevar su negocio si tuviese que encargarse de todo el papeleo. Además, la carga impositiva es brutal. A eso añádele permisos, licencias, estudios de peritaje sobre infinidad de chorradas y todo lo demás. El pobre autónomo simplemente se ahoga. O lo hace todo en negro. Sólo la sociedad anónima, de socios ricos, tienen el dinero para pagarle a un chupatintas que se encargue del papeleo. Es decir, el sistema está montado de tal manera que se favorece al rico, al fuerte, al poderoso, mientras se machaca y oprime al débil que sólo trata de mejorar su situación y la de su familia. Eso a pesar de que son esos pobres desgraciados, dispuestos a dejarse la piel, los que proporcionan riqueza, bienestar y progreso a la sociedad. La mayor parte de la generación de empleo y riqueza sale de las PYMES. Pero como las leyes las hacen los que están arriba, los de abajo no tienen la menor oportunidad.

—Sí que es perverso, sí.

—Por eso abandoné la carrera de derecho. No llegué a acabar el segundo año. No tuve estómago para ello. Me dediqué a la informática. Las máquinas son mucho más humanas.

[...]


https://relatosdejuannadie.blogspot.com.es/2014/07/iberian-park-la-respuesta-zombi-la.html
Fragmentos de la novela IBERIAN PARK, la respuesta zombi a la crisis, en concreto los correspondientes los capítulos Palco.6 y Palco.7.

Una novela única que te permitirá contemplar la realidad en que vives (el sistema monetario) desde una perspectiva diferente.

Y sí, es una novela de zombis. Así que encontrarás tripas y sesos desparramados a mansalva. Y muchas otras cosas más que no te imaginas.

Pincha en la portada de la novela si quieres saber más.


Si te atreves, aquí puedes disfrutar del booktrailer.

Puedes encontrar la novela tanto en formato papel como electrónico y también en Amazon

jueves, 8 de noviembre de 2018

Zombieconomía - Lección 3ª

¿No comprendes el porqué de la crisis económica, el paro o los desahucios?

¿No acabas de entender porqué tu salario cada vez vale menos mientras las cosas cada vez cuestan más y tienen peor calidad?

¿Alguna vez te has preguntado qué es el dinero, de dónde viene y a dónde va?

¿Estás hasta la entrepierna de sentirte ahogado entre hipotecas, impuestos y recibos?

¿Estás cansado de seguir siendo un perdedor por mucho que te esfuerces?

La respuesta a tus preguntas es muy sencilla: estás atrapado en una jaula llamada el sistema monetario.

Apenas puedes percibirla, así que mucho menos podrás romper sus barrotes y alcanzar la libertad.


Leer la novela Iberian Park, la respuesta zombi a la crisis tampoco te ayudará a escapar, pero te ayudará a comprender un poco mejor la cárcel en la que vives.

A continuación, podrás disfrutar del tercero de una serie de fragmentos de la novela, a modo de pequeñas lecciones, que te mostrarán parte de esa MATRI$$$ en la que estás atrapado.



Política y Economía zombi

Lección 3

Con exagerados aspavientos, Antonio hizo como que daba un rabioso aplauso.

—Excelente… disertación, mi querido Watson.

—Gracia, gracias —Mónica inclinó la cabeza en un remedo de reverencia—. Pero no es ninguna tontería. Lamentablemente, la democracia representativa en nuestro país es el timo de la estampita. Hay un acuerdo entre las élites económicas y políticas para otorgarle al ciudadano la menor cantidad de cauces posibles de participación. Nos dejan votar cada cuatro años para tenernos contentos, y como idiotas votamos a los dos partidos mayoritarios, financiados por esas mismas élites económicas, para que se alternen en el poder y nada cambie. Los políticos se han convertido en una casta que trabaja, no para el bien común, que sería su deber, sino para satisfacer los intereses de aquéllos que les pagan, y muy bien, por cierto. Los bancos han sido salvados de la quiebra, por la mala gestión de sus directivos, a costa de recortar servicios públicos al ciudadano.

—Nuestros gobernantes son perros bien sujetos por el collar de sus amos.

—Exactamente. No son más que actores secundarios en esta truculenta tragicomedia que vivimos.

—Entonces, según tú, los políticos no representan a ningún sector de la sociedad —dijo Antonio.

—Claro que no. Los diputados no representan nada ni a nadie. En realidad, el parlamento no tiene poderes reales. Sus miembros viven subordinados al pago de la deuda de los especuladores y los mal llamados mercados. Son sólo sicarios de los grandes propietarios. Es una dictadura con todas las letras, aunque no sea la de un puñado de militares trasnochados.

—¿Para qué sirve entonces el congreso?

—A ti y a mí, para poco. Su única función es mantener la deuda.

—¿La deuda?

—Claro. Los políticos, por orden de sus amos, mantienen esa tasa de ganancia imposible e irreal, que no es más que el fruto de los sueños avariciosos de unos cuantos, sin correspondencia alguna con la economía productiva real. Esa discordancia entre lo que unos pocos pretenden ganar y el mundo físico real da lugar a la deuda, que no es más que la monstruosa diferencia entre los beneficios previstos y los beneficios reales materializados. El mundo es finito, Antonio. No se pueden obtener miles de millones de beneficios del mismo kilo de patatas. El kilo de patatas sigue siendo un kilo, por muchos números en euros que bailen en los ordenadores de las grandes instituciones financieras.

—¡Ajá!

—Ese mantenimiento a la fuerza del abismo insalvable de la deuda es lo que nos está aniquilando a la mayor parte de la población. Es una guerra sin cuartel, aunque no se haya declarado de forma explícita. Son ellos contra nosotros, Antonio. Pero esta lucha no es más que una huida hacia adelante, un suicidio colectivo que conduce al caos, la barbarie y la destrucción. La civilización tal y como la conocemos está al borde del abismo. No me extrañaría que en cincuenta años estemos todos viviendo en condiciones materiales y mentales similares a las de la Edad Media, con una élite dominante súper tecnificada.

—Una perspectiva espeluznante.

—Y peor que se va a poner. Vamos hacia 1984 a pasos agigantados. El modelo político actual ha sabido combinar lo peor del socialismo y del neoliberalismo. Tenemos por un lado un Estado elefantiásico que nos oprime y nos trata de controlar por todas partes. Todo ello combinado con privatizaciones, precariedad laboral y sanitaria, desempleo en masa y salarios que ya no aseguran ingresos decentes. Hablar de derechas e izquierdas ya no tiene sentido, aunque muchos se empeñen en insistir en la discusión. Lo que tenemos es un híbrido monstruoso que acabará con el planeta entero.

Antonio contempló a su interlocutora durante unos segundos con cierta expresión inefable en el rostro. A veces se sentía apabullado por la vehemencia dialéctica de Mónica.

—¿Te apetece picar algo más? —dijo al fin.

—¿Una de croquetas? —preguntó Mónica con una sonrisa.

—Vale.

Esta vez fue Antonio quien llamó al camarero.

—Muy interesante eso de la mafia del gobierno —dijo Antonio—. La verdad es que tienes razón. En las pelis se ve que, si el tendero de la esquina no le paga al mafioso de turno, manda a sus matones que le rompen las piernas y le queman la tienda al pobre tipo. En el mundo real, si no le pagas tus impuestos, el gobierno te manda a la autoridad para que te metan en chirona.

Mónica sonrió con alegría.

—Efectivamente. Muy buen ejemplo práctico, mi querido Antonio.

—Gracias, gracias. Ha sido todo un placer.

Ambos rieron a dúo.


[...]


https://relatosdejuannadie.blogspot.com.es/2014/07/iberian-park-la-respuesta-zombi-la.html
Fragmentos de la novela IBERIAN PARK, la respuesta zombi a la crisis, en concreto los correspondientes los capítulos Palco.6 y Palco.7.

Una novela única que te permitirá contemplar la realidad en que vives (el sistema monetario) desde una perspectiva diferente.

Y sí, es una novela de zombis. Así que encontrarás tripas y sesos desparramados a mansalva. Y muchas otras cosas más que no te imaginas.

Pincha en la portada de la novela si quieres saber más.


Si te atreves, aquí puedes disfrutar del booktrailer.

Puedes encontrar la novela tanto en formato papel como electrónico y también en Amazon