En
enero de 2020, apenas cinco meses tras el descubrimiento de los
cadáveres congelados de neandertales en Finlandia, se funda el
secreto el Panel Internacional para la Clonación de Neandertales
(IPNC, por sus siglas en inglés).
Las actividades del IPNC,
desarrolladas casi en su totalidad en las instalaciones de la
compañía Brotherhood Genetics Inc. (subsidiaria de la Tyrell-Tagaca
Corporation) en Vaduz, Liechtenstein, comenzaron de inmediato. La
financiación de dichas actividades se hizo en su totalidad con
fondos privados, con una aportación mayoritaria de la T&T Corp.
Las investigaciones fueron realizadas por el grupo liderado por los
doctores Simón Crisol y Elisa Marconi. Fueron clasificadas como
secreto de estado por los gobiernos de los países que tuvieron
conocimiento de las mismas.
El 19 de julio de 2032,
apenas dos meses tras el comienzo de los disturbios, fuerzas
paramilitares, formadas por desertores de la ONU, civiles armados y
miembros fugados de las fuerzas del orden público de Suiza, Alemania
y Austria (más miembros no identificados, probablemente
pertenecientes al crimen organizado) entraron en Vaduz. La ciudad fue
arrasada hasta los cimientos. No pareció ser un objetivo con fines
militares o políticos concretos, sino que obedeció al deseo
indiscriminado de saqueo y rapiña. En las revueltas, las
instalaciones de Brotherhood Genetics en las afueras de la ciudad
fueron destruidas.
Los neandertales
internos, liderados por siete de los «primeros hermanos» (los
primeros neandertales clonados), aprovecharon la confusión y la
violencia desatadas en la ciudad para iniciar su rebelión
particular. Dos de ellos murieron en los enfrentamientos.
Los neandertales atacaron
al personal de seguridad de las instalaciones, ya bastante mermado
por los ataques exteriores, y redujeron al personal científico y de
mantenimiento. A pesar de la tensión y la violencia del momento,
hubo pocas bajas. Los neandertales respetaron la vida del Dr. Simón
Crisol y de la mayoría de los miembros de su equipo. Sólo
asesinaron al personal de seguridad que consideraron necesario para
su fuga, y a los miembros de los equipos investigadores que habían
mostrado una mayor actitud de desprecio hacia ellos. Degollaron a
todas las madres sapiens subrogadas embarazadas en ese momento con
fetos neandertales. Destruyeron los laboratorios de clonación, así
como los ejemplares de fetos y óvulos fecundados mantenidos en
criogenización.
Al amanecer del día
siguiente, todos los neandertales de Vaduz, incluyendo bebés de
pocos meses que fueron llevados en brazos, abandonaron las
instalaciones de la Brotherhood Genetics. Se calcula que fueron entre
350 y 450 individuos en total.
No sabemos con detalle
que ocurrió a continuación. Suponemos que entre un tercio y la
mitad de los neandertales murieron durante el viaje. Hay algunos
informes, fragmentarios e incompletos, de asaltos y saqueos
protagonizados por los neandertales fugados, así como
enfrentamientos armados, tanto con el ejército y las fuerzas de
seguridad del estado que aún intentaban mantener el orden en los
distintos países, como con civiles armados. Sea como fuese, tras un
viaje de más de tres años que sólo puede calificarse de épico,
los neandertales sobrevivientes consiguieron cruzar los Alpes y los
Pirineos, el valle del Ebro, el Sistema Ibérico y la Meseta Central.
Para finales de 2035,
los neandertales supervivientes se habían asentado en el valle del
Jerte, en el extremo occidental de la sierra de Gredos, una zona en
el centro-oeste de la Península Ibérica, que quedó totalmente
despoblada tras la destrucción del Desastre.
Tras los sucesos en
Vaduz, la empresa Brotherhood Genetics fue declarada extinta y se
procedió a la disolución del IPNC. De forma oficial, la
Tyrell-Tagaca Corp. abandonó por completo el proyecto neandertal, y
los fugados fueron abandonados a su suerte. Brotherhood Genetics era
la dueña exclusiva de las patentes de clonado neandertal, lo que
impedía a cualquier otra empresa u organismo público o privado la
clonación de neandertales, con o sin crecimiento acelerado. Tras la
disolución oficial de la empresa en el 2032, las patentes pasaron a
ser propiedad exclusiva de la T&T Corp.
Hacia el final de 2034,
con la finalización de la primera etapa en la construcción de
Ciudad Cúpula, se reinició sin hacerlo público el proyecto
neandertal. En los laboratorios de la ciudad se llevó a cabo el
clonado de nuevos especímenes de H. neanderthalensis. Por
fortuna, la T&T Corp. contaba con copias de las muestras de ADN
neandertal en varias localizaciones además de las instalaciones de
la Brotherhood Genetics en Vaduz. Los individuos están en la
actualidad aún en edad infantil. Con ellos se continúan las
investigaciones y trabajos iniciados en los laboratorios de Vaduz,
bajo la dirección de la doctora Elisa Marconi.
Extracto de Ragnarök, la novena transición.
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